jueves, 10 de abril de 2008

Plantando rosales trepadores y ramblers.

Recupero de nuevo, esta vez,  son pequeños trucos a tener en cuenta para elegir sitio, orientación, etc.
 

1-Elección del soporte y orientación.

Son muchos y variados: Vallas, pérgolas, arcos, pilares, muros, alambres y árboles. Es conveniente tener instalado el soporte antes de plantar el trepador/rambler. Debe ser un soporte lo suficientemente fuerte como para aguantar el peso final del rosal adulto.

El viento: En zonas con mucho viento, mejor (casi diría que imprescindible) en una zona protegida. Los rosales que trepan resisten mal el exceso de aire, pueden llegar a desarraigarse, por muy bien sujetos que estén al soporte. Además, las espinas rompen los brotes tiernos y las hojas, al ser movidas las ramas. En zonas con menos vientos, procurar que se forme un ángulo con respecto a la dirección de los vientos más frecuentes.

El sol: Pleno sol, a excepción de cultivares que soporten horas de sombra.



2-Plantación.

Seguir las indicaciones generales para rosales.

Salvedades: Si se planta al lado de un muro, procurar que haya una distancia adecuada (mínimo 30 cms), necesaria para la circulación de aire y el posterior mantenimiento. Recordar, además, que los pies de los muros son zonas muy secas, por lo que hay que vigilar el riego, sobre todo el primer año.
Los rosales trepadores/ramblers se suelen vender con las ramas más largas que el resto de rosales. Estas ramas nunca se deben podar, ya que forman la estructura básica que comenzaremos a guiar desde el primer año.

martes, 25 de marzo de 2008

Recupero información de hace un par de años.

SELECCIONANDO UN TREPADOR/RAMBLER.....


Los rosales que nos ocupan tardan varios años en establecerse y alcanzar la madurez. Es por ello importante el tomarse un tiempo para decidir el cultivar que plantaremos, tomando siempre en consideración el estilo y estructura del jardín.

Los factores a tener en cuenta son:

1-Tamaño. No es lo mismo elegir un trepador para cubrir un muro que para un pequeño arco o para un pilar.
Debemos analizar el espacio del que disponemos y elegirlo en función de eso. Si un trepador tiene un tamaño final de 5-6 metros, no podremos mantenerlo en un tamaño inferior, por mucho que pensemos en podar o guiar. La forma ‘estructural’/natural debe respetarse para poder disfrutar del cultivar en todo su esplendor.

El clima es un elemento importante a tener en cuenta: Los mismos rosales pueden crecer mucho más en los climas suaves.

2-Exposición. Como norma general, un rosal necesita un mínimo de 6 horas de sol directo al día. No obstante, existen cultivares algo resistentes a una sombra parcial (nunca sombra total). Si ése es nuestro caso, tratemos de ceñirnos a ellos a la hora de elegir.
Son ejemplos: Mme. Alfred Carrière, New Dawn, Veilchenblau, Golden Showers,....
En los buenos archivos de rosas disponibles en la web y en los manuales sobre rosas, suelen especificar los cultivares que se adaptan a esta situación de sombra parcial.

3-Resistencia a las enfermedades. Importante por varios aspectos:
-Si el tamaño final del arbusto es muy grande, el pulverizar puede ser más complicado.
-Los arbustos cultivados en sombra parcial resultan más vulnerables a los ataques fúngicos.
-Los rosales que van a cubrir paredes deben ser los más resistentes, ya que se reduce la circulación de aire. Sin embargo, cultivando en arcos y pérgolas, a pleno sol, la circulación de aire es perfecta.
-Así como los trepadores/ramblers tardan varios años en establecerse, también muchos de ellos desarrollan con la edad una mayor resistencia a las enfermedades. Si un cultivar está catalogado como ‘resistente’, puede tardar un tiempo en manifestar esa resistencia. Cuestión de paciencia y saber esperar.


Trepador moderno Mon Jardin et Ma Maison.


4-Repetición de floración. Muchos trepadores/ramblers tienen una única floración a principios/mediados del verano que suele durar entre 4 y 6 semanas en ejemplares establecidos. Esto no supone inconveniente alguno si se dispone de suficiente espacio, ya que esa única floración es muy espectacular.
Ahora bien, si disponemos de un jardín pequeño, podría interesarnos más el cultivo de variedades con floración repetitiva, para no dejar ‘vacío de flores’ nuestro espacio durante la mayor parte del año. No hay que olvidar la importancia del riego, ubicación, la aportación de fertilizante de forma adecuada y, fundamental, el eliminar las rosas marchitas. En todos los rosales influye de manera decisiva en la repetición, pero, en los trepadores, todavía es más importante, ya que se trata de arbustos con un porte final considerable.

5-Color de la flor. Depende del gusto personal de cada uno. Si se trata de rosales de gran porte, los colores neutros (blanco, blanco-crema, blanco-rosado, blanco-ocre, blanco-amarillo), suelen aportar un fondo más relajado, y se pueden combinar con cualquier cosa.
Los colores más fuertes, como el rojo (sobre todo bermellón), el naranja y algunos amarillos, son más difíciles de combinar, sobre todo entre sí, pero, no obstante, se pueden conseguir efectos sorprendentes.
La gama rosa, rosa-melocotón, amarillo-melocotón y naranja-melocotón produce un efecto agradable. En este punto, los rosales trepadores ingleses se llevan el primer premio y son una opción buenísima. Hay que tener en cuenta que este tipo de rosales multi-tonos no mantienen una coloración uniforme, sino que es más intensa en períodos de temperaturas frescas (primavera y otoño) y más desvaída en el pleno verano.